El reto de alcanzar la máxima eficiencia energética de las instalaciones de los edificios
07/10/2021 Madrid / España
Nuestro servicio WhyB®: Analítica de edificios, cuenta con un grupo de especialistas en el funcionamiento de instalaciones, que asesora y ayuda a entender a los gestores de edificios, el funcionamiento de estos, así como distintas novedades que puedan surgir en normativas, suministros, etc.
Este es el caso, por ejemplo, de las últimas novedades derivadas de la subida del precio de la electricidad, algo que ha hecho que propiedades y gestores deban adaptar sus estrategias y concienciar a sus usuarios de la necesidad de adaptar sus costumbres y usos.

Ejemplo de estrategia de reversión de curva de consumo semanal donde se aprecian circuitos de alumbrado encendidos intermitentemente fuera de ocupación y durante el fin de semana.
En el caso de los facility manager o propiedades, parte de las estrategias se basan en:
- Seguimiento y análisis del consumo energético. Es básica la monitorización de las instalaciones y su funcionamiento, para identificar puntos de ahorro.
- Optimización de la iluminación, uso de bombillas LED e implantación de sensores, ya que este tipo de bombillas pueden llegar a consumir hasta un 80% menos que otros tipos de iluminación más convencionales. Hoy en día, se está convirtiendo en una práctica bastante habitual tanto para edificios de nueva construcción o reciente renovación. Por otra parte, la instalación de sensores de movimiento en diferentes partes de la oficina, especialmente en baños, pasillos, halls y parkings genera mucho ahorro energético, ya que garantiza que las zonas solo estén iluminadas cuando haya ocupación.
- Optimización parámetros de funcionamiento de los equipos. Ajuste de consignas y bandas muertas, para evitar excesos de producción, y ajuste de lazos para garantizar el óptimo funcionamiento de los equipos.
- Aprovechamiento de la energía «gratuita», mediante la instalación de equipos de recuperación, que permitan mejorar las condiciones ambientales sin consumo de energía extra, gracias al aprovechamiento del calor del aire existente en el interior. Del mismo modo, fomentar el funcionamiento de equipos en freecooling, para reducir el consumo de energía en la producción de frío.
- Producción por demanda del clima y no por ocupación. Haciendo que la producción se encienda cuando es realmente necesario (solamente cuando el clima demanda agua caliente/fría) se consigue una producción más eficiente y sostenible, evitando que se desperdicie energía. No siempre que hay ocupación es necesario encender la producción.
- Adelantarse a posibles problemas mecánicos, realizando un mantenimiento actualizado de válvulas y filtros.
- Información y concienciación a los usuarios, haciendo recomendaciones e informando sobre cuál debe ser el flujo de información respecto a su confort confort:
- No abrir ventanas. Los grandes edificios cuentan con un sistema de ventilación regulado que mantiene el aire interior lo más limpio posible (se renueva con aire exterior filtrado y tratado). En algunos casos, más punteros se mide la concentración de partículas para que el sistema regule buscando valores adecuados para la salubridad de los ocupantes. Si abrimos las ventanas en una zona urbana, por ejemplo, permitiremos que la contaminación del aire exterior penetre, mientras mantenemos el gasto energético correspondiente a la ventilación, y también el de la climatización (por ejemplo, puede entrar calor del exterior mientras el edificio está gastando energía en enfriarlo).
- Uso de la tecnología IoT y apps para la recopilación de datos de confort de los usuarios y su traslado a mantenimiento. Muchos espacios de trabajo albergan un gran número de personas conviviendo muchas horas, y no todas van a tener la misma respuesta ante las condiciones climáticas. Cuando tenemos la capacidad de regular equipos terminales de climatización, lo mejor es trasladarlo a mantenimiento y ellos decidan la estrategia a seguir, ya que, si cada uno por su cuenta regula temperaturas, apaga o enciende equipos, lo que puede pasar es que un individuo marque unas consignas para que, pasado un periodo de tiempo, venga otro y marque las opuestas, produciendo un gasto energético exagerado, y que nunca estén todos los ocupantes a gusto. De esta forma, y teniendo como pilar a la tecnología IoT, cada usuario puede trasladar a mantenimiento su petición mediante una aplicación, permitiendo a los técnicos realizar un seguimiento sobre el funcionamiento de la instalación y configurar esta de manera global en base a los registros. Si alteramos las condiciones sin comunicarlo podrían no detectar el problema o errar en el diagnóstico y realizar ajustes inadecuados.
Estas y otras recomendaciones, muchas veces evidentes, hacen que los edificios funcionen mejor y, por tanto, sean más eficientes y sostenibles, los que se traduce siempre en ahorros energéticos, que se traduce en ahorro económico y disminución de la huella de carbono.